Mi hermano tenía dientes chuecos, terriblemente encimados y su manera de hacer saber su descontento fue siendo un niño problema. Muchos niños no dicen nada, y sufren en silencio. Los papás no perciben este sufrimiento y esta falta de entusiasmo de los niños por socializar y posiblemente se note en sus calificaciones o en otras áreas de su vida.

     La sonrisa es nuestra principal carta de presentación y generan una autoestima alta cuando están blancos y brillantes, pero cuando no es así, cuando los dientes están chuecos, generan timidez y en los niños es común que haya descalificación y burla. El niño entonces se siente inseguro y puede caer en depresión debido al rechazo que sentirá de los demás.

     Las personas con dientes chuecos o amarillos pueden parecer descuidadas y sucias y puede permanecer esa imagen en la mente de las personas, incluso para siempre. Quién no recuerda algún compañero en la primaria que fuera desaliñado o fuera desagradable a la vista. A la distancia lo veo y sólo lamento que sus padres no hicieran algo por él o ella.

    Si el niño tiene problemas de mordida y sobresale su quijada, o sus dientes están separados o chuecos es importante acudir lo antes posible con un especialista entre más temprano será más facil de corregir.

     Los niños que son llevados con el ortodoncista de inmediato se sienten comprendidos por sus padres y su autoestima comienza a recuperarse pronto.

      Tan pronto que mi hermano ahora es muy éxitoso en lo que hace, es empresario y desde que mejoró su sonrisa se siente seguro de hablar con quien sea. Dejó de ser el niño rebelde gracias a que fue hacia los seis años que fue atendido su problema, la edad en la que la autoimagen y el autorreconocimiento comienzan a estar en la conciencia del niño.

 

Como padre o madre puedes hacer que la vida de tu hijo sea más plena. Haz que esté lleno de confianza y alegría, ayúdalo a mejorar su imagen.